WESLACO - María Luisa Loera, de 81 años, falleció pacíficamente en su casa el 19 de junio de 2021, en Weslaco, Texas. María Luisa murió después de una larga batalla contra la enfermedad de Parkinson. Junto a su cama, estaba rodeada de su amoroso esposo, hijos, nueras, yernos, nietos y bisnietos que permanecieron en vigilia hasta su último momento. Le sobreviven Joaquín Loera, su esposo de 57 años de matrimonio, sus hijos Gerardo Loera, Leonor Garza, Ramona Cuevas, Alejandro Loera, Mireya Villarreal, Juan Carlos Loera, sus respectivos esposos, 15 nietos y 13 bisnietos.
María Luisa nació en 1939 en Veracruz, México, hija de Miguel Pérez y Ernestina Nava. Ella vivió su infancia y adolescencia en un convento de la Ciudad de México donde obtuvo su más alto nivel de educación. Se casó con Joaquín Loera y vivieron en Nuevo Progreso, México, donde criaron a sus seis hijos y donde se hizo conocida por su amor a los demás. María Luisa y su familia se mudaron al centro de Florida, donde trabajó en los campos de agricultura. Luego, se mudaron a Weslaco, Texas, donde vivió el resto de sus días.
María Luisa fue una mujer que puso su vida al servicio de los necesitados, tanto física como espiritualmente. Sus prioridades giraban en torno a su familia y su fe. Ella cuidaba y ayudaba a cualquiera que pisara su casa. Ya sea que viviera en México, Florida o Texas, estuvo involucrada en la Iglesia Católica. Era conocida por ayudar a dirigir los preparativos matrimoniales, enseñar clases de catecismo, leer en misas, y ayudar al sacerdote. Ella era un ejemplo por su humildad y liderazgo. Tenía una sonrisa que reflejaba el amor puro y un corazón que captivaba. Era conocida como una mujer de gran fe y deja una legacía inolvidable. Su mayor devoción era el Santo Rosario, que rezaba todos los días hasta su último día.